Orígenes de Córdoba.

Determinar con exactitud el origen de la ciudad es tarea ardua y difícil, sin embargo con los últimos estudios arqueológicos, se esta en parte esclareciendo ese pasado remoto de nuestra urbe. ¿Porque se ubico Córdoba en el lugar que ocupa y no en otro?. La ribera del río ha sido el aglutinante mas poderoso del poblamiento, Estrabón no lo olvidaba: “Las ciudades de la Turdetania son empero numerosisimas, pues dicen ser 200, las mas importantes por su trafico comercial son las que se alzan junto a los ríos o al mar , y entre ellas destaca Koryba”. A ello debemos añadir Una prospera agricultura, una abundante minería que demandaba un puerto de salida para su producción. Otro hecho significativo es que la distancia entre Córdoba, Sevilla y la desembocadura del río es prácticamente la misma, lo que permitiría un transporte en escalas mas fácil. Además Córdoba contaba con una modesta acrópolis o montículo a lo largo del río que permitiría la defensa ante el enemigo y como protección ante los desbordamientos del gran río. Estas son las principales causas que influyeron para que este territorio fuera atractivo a los pobladores. 

    ¿Quienes fueron sus fundadores?. Existen dos líneas de investigación : 

1- Aquellos que defienden el origen IBERO de la ciudad, esto es autóctono, una población que siempre estuvo en este espacio y que se desarrollo principalmente en lo que conocemos como “ Colina de los Quemados”, lugar que se identifica como el promontorio que arranca desde el puente de San Rafaél hacia la Avenida del Linneo , el Corregidor, Menéndez Pidal, el cementerio de la Salud y el parque Cruz Conde. En su inicio fueron una aglomeración de cabañas sustentadas por una economía agropecuaria que evolucionaron hasta formarse un núcleo de unidades de habitación simple, de planta circular o rectangular , construidas a base de barro, piedra y madera, sin ordenación urbanística.

2- Otros consideran que el origen de la ciudad procede de las colonizaciones FENOPUNICAS, es decir de fenicios y griegos, atraídos por la riqueza mineral. Probablemente estos en sus visitas encontrarían a la población indígena. 

    En cuanto a la etimología de “Córdoba”, hay quien afirma que tiene raíces , Griegas, Caldeas, o fenicias, con significados tan dispares como “Ciudad Buena”, Altura Próxima al Río”...etc, en cambio algunos investigadores opinan que se trata de un vocablo indígena como el de “Salduba, Onuba, Maenuba”. Con el tiempo derivaría todo esto en Corduba.

    El río se conocía en la antigüedad como “Tartesos, Certir ", en época romana como"Betis” hasta que en época árabe se transformo en “Guadalquivir”, cuyo significado es río grande. 

    Cuando los romanos llegaron, lo que vieron fue esta ciudad de Iberos, esta mancha en altura de hogares de pocos recursos que ocupaban un hábitat adecuado en el parque Cruz Conde. También apreciaron otro promontorio mas hacia occidente, con unas características similares, donde decidieron instalarse, y lo que en un principio fue un campamento, con el tiempo se transformo en madera y mas tarde en piedra, que llego a ocupar en sus primeros tiempos un espacio amurallado limitado al norte por lo que en la actualidad es la Puerta del Rincón, la Merced, Ronda Tejares hasta la Victoria. Al sur por el desnivel de la plaza Séneca, Jerónimo Páez, Pero Mato, Jesús Crucificado. Entre este lienzo de muralla y el río habría un espacio importante, que serviría para frenar las inundaciones del río. Al este desde la puerta del Rincón, Alfaros, por el actual Ayuntamiento hasta Diario Córdoba. Al oeste por la Victoria, Puerta de Gallegos, Lope de Hoces, en definitiva adaptándose al curso del arroyo del Moro. Plinio llamo a Córdoba “Colonia Patricia Romana”, y Estrabón dice de ella que “ habitaronla desde el principio un grupo selecto de romanos e indígenas vecinos”, también afirmo que había sido fundación de Marcelo entre los años 169 o 152 a.c. 

    Los romanos durante un largo periodo de tiempo no se mezclaron con la población indígena del parque Cruz Conde, por lo que existieron dos ciudades diferentes. Cualquier viajero que entrara por el pontón de madera o barcazas que cruzaba el río desde el sur, vislumbraría dos ciudades diferenciadas claramente, ambas separadas del río, por una franja de tierra considerable, en una de ellas, la romana un campo santo indicaría el recorrido a seguir para alcanzar su puerta mas meridional en línea con una muralla imponente en la que sobresalían bastiones semicirculares y cuadrangulares , la otra sin duda menos fortificada engrosaría a una población dependiente de la latina, aunque con una organización propia. Ambas poblaciones con el tiempo se irán fusionando hasta crear una población que responderá al apelativo de "Hispano-romana".