Cuantas veces hemos escuchado decir “la córdoba de las tres culturas”, entendido todo ello como una convivencia ideal. Realmente existen matices que debemos exponer y que mejor hacerlo ejemplificando.
Cuando un musulmán y un mozárabe o cristiano se encontraban, este ultimo debía cederle el paso, no podía mirarlo descaradamente, tampoco podía portar armas ni montar a caballo, como máximo en burro o mulo y a la amazona. Algunos derechos estaban limitados, pero ¡ojo! tampoco fue de color de rosas para los musulmanes tras tras la reconquista, y sobre este tema no necesito abundar mucho, tan solo recordar a la "Santa Inquisición".
Ni el cristianismo ni el Islam admiten la esclavitud, pero ambas comunidades la practicaron, y de que manera..., se desarrollo un negocio comercial de cautivos, por supuesto permitido y canalizado.
A los judíos, tal vez por su condición de prestamistas y en algunos casos de usureros, se les respeto incluso menos, normalmente se les arrinconaba en alguna parte de la ciudad, delimitándola por altos muros, a los que solo se accedía por portillos custodiados, asimismo los judíos debían estar identificados con brazaletes de colores.
Cuando algún desastre natural, epidemia, o hambruna asolaba la ciudad, enseguida se buscaban como responsables a grupos de judíos o moriscos a los que se les daba un autentico escarmiento. Para desempeñar un cargo publico, disfrutar del poder y tener el privilegio de no pagar impuestos, era necesario ser cristiano viejo, esto es no descender de moro o judío en ninguna de sus líneas.
Estas convulsiones fueron constantes mientras convivieron en Córdoba las tres culturas, aun persisten desavenencias en la actualidad .
Existen instigadores por ambos bandos que comercializan con el odio, personas que manipulan hasta la historia para potenciar este sentimiento diferenciador.
Córdoba ha sido crisol de culturas y referencia internacional en este sentido, incluso Ben Laden la menciono tras los dramáticos atentados del 11S. Córdoba tiene la experiencia necesaria por haber aglutinado durante cientos de años formas de vida diferentes, y esta experiencia que debemos recordar es el principio de la ciencia, nos dice que a pesar de esta lucha de contrarios, los cordobeses actuales presumimos de nuestro pasado árabe, y los musulmanes añoran nuestra Córdoba natal, es decir el lugar donde sus antepasados abandonaron el fanatismo religioso, el lugar donde consumían vino, el lugar en donde las cristianas a veces usaban el velo y las moras se lo quitaban, donde se teñían el pelo y afeitaban la barba, el lugar en donde se representaba la figura humana y animal en las artes, hecho que la tradición lo prohibía, el lugar donde se fusiono el mozárabe con el árabe dando lugar a la “algarawilla”, recuerdese algarabia ...verdaderamente cosas tan lejanas del fanatismo Islámico.
Incluso nuestra mas hermosa joya artística, la Mezquita, ha sobrevivido como tal gracias a haber sido un híbrido, una iglesia cristiana dentro de un templo musulmán.
Nuestro origen biológico se encuentra en los repobladores que vinieron a la ciudad tras su conquista en el año de 1236, sin embargo hubo muchos moros que se quedaron, otros regresaron, los hubo quienes falsificaron sus arboles genealógicos y se hicieron pasar por cristianos viejos. Quien puede asegurar que en su linaje no existió un árabe o bereber, ¿donde termina el agua dulce y comienza el agua salina en la desembocadura de un río?.
Tal vez con el paso del tiempo y el incremento de la sabiduría humana ,seamos capaces de comprender el concepto universal de “humanidad”, y nos demos cuenta de que todos en algún momento tenemos un ascendiente común.
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