Accedió al poder con setenta años. El desenlace de su vida fue muy trágico e imprevisto. Un hijo de Abu Baker, el primero de los califas ortodoxos, llamado Muhammad, lo asesino.
Osman fue yerno del profeta Mahoma, era piadoso, bello y llego a ser un gran conocedor del Coran, en gran parte se lo sabia de memoria. Fue tan fanático del libro sagrado que una vez compilado saco una copia de su puño y letra que siempre llevaba consigo.
Cuando el afilado puñal del asesino acabo con su vida, la sangre salpico aquel libro del cual nunca se quería separar.
La tradición transmite insistentemente que aquel Coran se encontraba en la gran mezquita de Córdoba, aunque no hay pruebas documentales que lo atestigüen. Se trataba de un grueso volumen de rica encuadernación que contenía cuatro paginas ensangrentadas de aquel que llevaba Osman.
Este ejemplar era sacado todos los viernes por la mañana y colocado en un atril para que el Iman efectuara la lectura procedente. Aquel Coran fue una de las alhajas que tuvo la mezquita.
Añadamos a todo esto que durante muchos siglos el mihrab de la mezquita no fue accesible, concretamente desde 1368 hasta 1826, todo ello debido a un cerramiento cristiano en el que se encontraba un retablo, al que se le dio el nombre de "San Pedro".
A esta capilla de Córdoba el pueblo solía decirle la capilla del "Zancarron", refiriéndose a que en el lugar estuvo en tiempos islámicos una reliquia corporal de Mahoma.
Rodeando el suelo del mihrab hay una hendidura hecha en el mármol que abarca su perímetro, cuya formación fue atribuida al roce incesante de las pisadas de los fieles musulmanes y peregrinos que estuvieron incesantemente penetrando en el recinto dando la vuelta en torno a un objeto colocado en el centro y saliendo enseguida para dejar a otros nuevos visitantes. Este objeto no era otro que el descrito "Coran" de Osman.
¿Que fue de aquel libro sagrado?, parece ser que que los Almohades se lo llevaron a Marruecos, posteriormente fue trasladado a Tunez, y al intentar devolverlo a Marruecos hacia finales del S.XIV, naufrago el barco en aguas del Mediterráneo perdiéndose para siempre.
Tal vez no sea así y se encuentre oculto en algún archivo a la espera de ser recuperado para la humanidad.
(Este articulo corresponde al ilustre cronista Miguel Salcedo Hierro , extraído de su libro la mezquita - Catedral de Córdoba).
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